Bodegones argentinos: un viaje a la tradición culinaria
La escena gastronómica argentina se enriquece con la presencia de bodegones que, lejos de ser simplemente restaurantes, se convierten en auténticos templos de la cocina tradicional. En la ciudad de Rosario, el bodegón sanguchero, ubicado en Riccheri 1292, es un claro ejemplo de esta tendencia. Con una propuesta que busca rescatar los sabores de la infancia, el joven emprendedor Juan Pedro ha logrado cautivar a los comensales con sándwiches únicos, como el "Rock", que combina jamón crudo, roquefort, nuez y miel. Además, el establecimiento se destaca por su atmósfera acogedora y su enfoque en ofrecer una experiencia culinaria que va más allá de la simple ingesta de alimentos.
En la capital, Buenos Aires, la tradición de los bodegones también se mantiene viva. Bellagamba, con sucursales en Palermo, Caballito y Congreso, es reconocido por su pollo al champignon, un plato que se ha convertido en un ícono de la cocina porteña. Este restaurante, que conserva la estética típica de los bodegones clásicos, ofrece una carta variada que incluye desde empanadas caseras hasta milanesas gigantes, todo ello en un ambiente familiar y con un servicio cálido. La ausencia de cargo por servicio de mesa es un detalle que no pasa desapercibido para los clientes.