China endurece control sobre exportación de tierras raras en medio de tensiones con EE.UU.
En un contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, el gobierno de Xi Jinping ha intensificado el control sobre la exportación de tierras raras, minerales esenciales para las industrias tecnológicas, militares y de energías limpias. China, que domina el 70% de la extracción mundial de estos minerales, ha endurecido su sistema de licencias, utilizando esta medida como una herramienta geopolítica para influir en la economía global. Los imanes de tierras raras son fundamentales para la fabricación de vehículos eléctricos, drones y chips avanzados, y la capacidad de China para regular su exportación es vista como una estrategia precisa para ganar influencia global.
En abril, China amplió la lista de tierras raras sujetas a licencias, afectando a fabricantes europeos y japoneses. Aunque la administración Trump intentó negociar, Pekín no mostró intención de retroceder. Esta política de control de exportaciones, inspirada en los regímenes de sanciones estadounidenses, se intensifica en medio de la disputa tecnológica con Estados Unidos, impactando las cadenas de producción globales. Para Argentina, que busca desarrollar su industria de tecnología limpia, esta situación representa un desafío, ya que podría enfrentar dificultades si los costos de componentes importados aumentan. Cabe recordar que China ya utilizó este recurso como herramienta diplomática en 2010 contra Japón.
La reunión comercial entre ambas potencias busca desactivar el conflicto, pero el nuevo sistema de licencias otorga a China un control sin precedentes sobre el uso global de estos minerales. Pekín no busca cortar el suministro, sino gestionar su poder con inteligencia, enviando un mensaje claro a Washington.