**Santiago del Estero, Argentina – La Iglesia Católica Argentina vivió un momento histórico el pasado sábado, con el traslado de la sede primada desde Buenos Aires a Santiago del Estero, una decisión que el arzobispo Jorge García Cuerva describió como una necesidad de sanar las heridas de un país que “sangra”. El acto, que contó con la presencia de unos 40 obispos, incluido el nuevo Arzobispo Primado Vicente Bokalic, fue ordenado por el Papa Francisco, quien a través de una bula selló este cambio simbólico y pastoral.
En su homilía, García Cuerva hizo un llamado a la unidad y la fraternidad, destacando la importancia de escuchar el sufrimiento de los más vulnerables de la sociedad, desde los niños hasta los migrantes y las víctimas del narcotráfico. El arzobispo también reflexionó sobre los “tapones ideológicos” y la necesidad de superar la sordera espiritual y emocional que afecta a la sociedad moderna.
Por su parte, Bokalic agradeció al Papa Francisco por su decisión y subrayó el simbolismo de trasladar la sede primada a Santiago del Estero, comparándolo con la misión de Jesús de superar barreras y acercarse a los marginados. El nuevo Arzobispo Primado hizo un llamado a la comunidad a “primerear” en la misión, es decir, a tomar la iniciativa de salir al encuentro de los demás, especialmente de los más necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús.
La ceremonia, que culminó con una oración a la Virgen de Sumampa, patrona de Santiago del Estero, marcó un punto de inflexión en la historia de la Iglesia argentina. Este cambio no solo representa un reconocimiento histórico, sino también un llamado a la Iglesia a ser una madre cercana, servidora y hospitalaria, que esté siempre dispuesta a escuchar y sanar a los más necesitados. En un país marcado por la desigualdad, la pobreza y las divisiones sociales, este cambio simboliza un llamado a la unidad, la fraternidad y la solidaridad.
La decisión de trasladar la sede primada de la Iglesia argentina a Santiago del Estero no solo tiene un significado simbólico, sino también pastoral, al reflejar la prioridad de la Iglesia de “ir a las periferias”. Este gesto es parte de un movimiento más amplio de la Iglesia Católica, que busca estar más cerca de aquellos que más lo necesitan, tanto geográfica como existencialmente.
La transferencia de la sede primada a Santiago del Estero es un paso hacia la renovación espiritual y pastoral de la Iglesia en Argentina, y se espera que esta nueva etapa sea un faro de esperanza para toda la nación. La Iglesia, al igual que Jesús, se siente llamada a salir hacia los marginados y a mirar la realidad desde las periferias, con el objetivo de ser signo de esperanza en medio de las dificultades y el sufrimiento de la sociedad.
Fuentes: C5n, Infobae [2], La Nacion, Clarin
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