Ucrania lanza ataque aéreo masivo contra Rusia en represalia por agresiones fronterizas
En un giro significativo de los acontecimientos en el conflicto entre Ucrania y Rusia, Ucrania ha llevado a cabo su mayor ataque aéreo contra Rusia desde el inicio de la invasión en 2022. La ofensiva, que ha sido denominada “Telaraña”, consistió en tres ataques simultáneos con drones sobre bases militares rusas en las regiones de Murmansk e Irkutsk, a más de 4.000 kilómetros de distancia de Kiev. Según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), más de 40 aviones rusos, incluyendo bombarderos estratégicos, fueron destruidos en la operación.
La planificación de la operación, que se extendió por 18 meses, fue supervisada por el presidente Volodimir Zelensky y el jefe del SBU, Vasil Maliuk. Los drones utilizados fueron camuflados en estructuras de madera montadas sobre camiones y lanzados cerca de los aeródromos rusos. A pesar de la confirmación del ataque por parte del Ministerio de Defensa ruso, el alcance total de los daños aún no ha sido oficialmente verificado.
Este ataque aéreo se produce en un contexto de creciente tensión en la frontera ruso-ucraniana, donde dos puentes colapsaron tras explosiones, dejando al menos siete muertos y decenas de heridos. Rusia ha acusado a Ucrania de ser responsable de estos incidentes y ha reforzado las medidas de seguridad en sus sistemas ferroviarios fronterizos. Además, el líder de las negociaciones de paz de Rusia con Ucrania, Vladimir Medinski, ha sido amenazado, lo que ha sido calificado por el Kremlin como "una situación absolutamente indignante". Medinski fue recientemente agregado a la lista del sitio web ucraniano Myrotvorets, donde se publica información sobre las personas consideradas enemigas de Kiev.

