Bashar al Asad, el fin de una era en Siria: 24 años de poder llegan a su fin
Damasco, Siria – Tras 24 años de un gobierno marcado por la represión y la guerra civil, el presidente Bashar al Asad ha abandonado el poder en Siria. Su salida se produce después de una rápida ofensiva de las fuerzas rebeldes, encabezadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que culminó con la toma de la capital, Damasco.
El mandatario, que sucedió a su padre Hafez al Asad en el año 2000, ha sido una figura controvertida en la política internacional. Inicialmente visto como un posible agente de cambio y reforma, su gobierno se vio empañado por la represión de las protestas de la Primavera Árabe y una guerra civil que dejó cientos de miles de muertos y millones de desplazados.
La caída de Damasco marca el fin de una era que comenzó en 1970, cuando Hafez al-Assad tomó el poder mediante un golpe de Estado. Bajo su liderazgo, Siria se convirtió en un actor clave en la política del Medio Oriente. Bashar al-Assad asumió la presidencia en 2000, prometiendo reformas que nunca se materializaron plenamente, aunque se mantuvo como uno de los pocos gobiernos laicos en el mundo árabe.
La comunidad internacional observa con cautela la situación en Siria, consciente de que la caída de un régimen no garantiza una transición pacífica. Las facciones rebeldes, aunque unidas en su oposición a Assad, tienen agendas diversas que podrían complicar la formación de un gobierno estable. Mientras tanto, dos parlamentarios israelíes han pedido al gobierno de Benjamín Netanyahu que tome el control de los Altos del Golán sirios, subrayando la volatilidad de la situación en la región.