Colombia y EE. UU. en Crisis Diplomática: Petro Desata Tensión con Anuncios Polémicos
La relación diplomática entre Colombia y Estados Unidos se encuentra en un momento crítico, después de que el presidente de la República, Gustavo Petro, realizara anuncios que desencadenaron una reacción inesperada por parte de su homólogo estadounidense, Donald Trump. La tensión se agudizó con la negativa de EE. UU. a recibir a 160 ciudadanos colombianos deportados, lo que llevó a la amenaza de duras medidas, incluyendo un aumento significativo en los aranceles de productos colombianos y la cancelación de visas a funcionarios y seguidores de Petro.
A pesar de que se logró una reversión parcial de las medidas y un aparente descenso en la confrontación, la gestión de Petro ha generado malestar entre los miembros de su gabinete, en particular el canciller Luis Gilberto Murillo. Este último, quien ha desempeñado un papel clave en las relaciones con EE. UU., se encuentra en proceso de ser reemplazado por Laura Sarabia, una figura de 30 años que ha sido seleccionada por Petro para liderar la política exterior del país.
A pesar de su próxima salida del cargo, Murillo está comprometido a continuar colaborando con las autoridades estadounidenses, y ya está planeando un viaje a Washington para establecer una estrategia que permita resolver los conflictos pendientes con el gobierno del presidente Joe Biden. El canciller saliente aspira a dejar un legado que guíe la gestión de las relaciones bilaterales en el futuro.
En un esfuerzo por calmar las tensiones, Murillo ha mantenido contactos con figuras clave en el Gobierno de EE. UU., incluyendo al enviado especial para temas de Venezuela durante la administración de Trump, Richard Grenell, y congresistas del Partido Republicano. Además, ha recibido el respaldo de al menos 10 cancilleres cercanos a él, quienes han ofrecido su apoyo para reducir las crecientes tensiones entre las dos naciones.
Mientras tanto, en un giro sin precedentes, el presidente saliente de EE. UU., Donald Trump, ha destituido a Gwynne Wilcox, una demócrata de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), lo que ha llevado a una batalla legal sobre los límites de su poder para controlar las agencias federales. La NLRB, que anteriormente tenía una mayoría demócrata, ahora carece de quórum y no puede tomar decisiones, lo que afecta su capacidad para resolver casos de violaciones laborales. La destitución de Wilcox se suma a la de la consejera general de la NLRB, Jennifer Abruzzo, también nombrada por Biden, y marca un cambio significativo en las políticas laborales de la junta.
Estos eventos subrayan la importancia de las relaciones diplomáticas y laborales en un momento de transición política tanto en Colombia como en Estados Unidos, y plantean desafíos significativos para la estabilidad y la cooperación entre ambos países.
Fuentes: Infobae, El Destape, C5n, LaCapitalMDP, ElDia, Ambito, Clarin, DiarioAr
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