El Papa Francisco, líder reformista de la Iglesia Católica, fallece a los 88 años
En un anuncio que ha conmocionado al mundo, el Vaticano ha confirmado el fallecimiento del Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, a la edad de 88 años. El Pontífice, conocido por su papel como líder global y su compromiso con la reforma de la Iglesia Católica, murió en Roma tras una batalla contra una neumonía bilateral, una enfermedad que se complicó debido a sus problemas de salud preexistentes, incluyendo la extirpación parcial de un pulmón en 1969.
Francisco, el primer Papa jesuita y el primer pontífice latinoamericano, deja un legado de doce años al frente de la Iglesia Católica, durante los cuales se destacó por su postura progresista. Sus esfuerzos por promover la transparencia, combatir la corrupción, revisar el papel de las mujeres en la Iglesia y acoger a las personas LGTBIQ+ y a los divorciados, lo pusieron en conflicto con sectores ultraconservadores, tanto dentro como fuera del Vaticano.
La muerte de Francisco ha sumido a la Iglesia en una crisis de sucesión, ya que no hay un candidato claro para continuar su labor de reforma. A diferencia de sus predecesores, cuyas agonías o renuncias permitieron una transición más planificada, el fallecimiento de Francisco ha tomado por sorpresa a la comunidad católica, dejando abiertas numerosas incógnitas sobre quién será su sucesor.